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viernes, 31 de agosto de 2012

Entrevista a Roberto Jacoby > Cancion llévame lejos

Por Pablo Dacal *

Un amigo en común le contó a Federico Moura que yo estaba escribiendo cosas que a Federico le gustaron. La primera vez que las vió se las llevó así como estaban que ni siquiera estaban pensadas para canciones y una de ellas era la que después se llamó el Rock es mi forma de ser, que en realidad era una letra burlona. Él me conocía, tenía una especie de fanatismo por toda la cosa del Di Tella, que había conocido de muy chiquito; era una persona a la que le gustaba el arte de vanguardia, el arte contemporáneo, la moda, y cuando vino a ver las cosas que yo estaba haciendo quiso que trabajáramos juntos. Él no estaba convencido con las letras que estaba escribiendo, cuando empezaban con Virus, y le gustaba la idea de trabajar con otra gente. Yo estaba escribiendo poesía, o cosas parecidas a la poesía.
No algo que vos definías como canciones ¿O si?
No...eran muy rítmicas, muchas con rimas y cosas de ese tipo. No tenían música, pero eran poesía muy musical, digamos así. Hay una poesía que es mas para leer, y otra que es mas para oír. Esta era bastante para oír. Me gustaba mucho la cosa sonora, estaba trabajando sobre esas cosas.
Y cuando empezás a escribir canciones ¿considerás una diferencia en la escritura?
Si. Hay muchas técnicas diferentes ¿no? Empezamos trabajando sobre las canciones que ya estaban compuestas pero que a él no le convencían. Una por una, a ver que pasaba. Trataba de captar el sentido de la canción, y la reenfocaba. A veces las hacía enteramente nuevas, manteniendo la idea original. Otras quedaron así porque ya eran perfectas.
A mi me parece que es más fácil escribir sobre algo estructurado, que inventar de cero. Porque la letra no va necesariamente en el lugar de la música, puede ir en cualquier lugar, todo depende de cómo te pares, que estás oyendo, cuál de todas las cosas que tienen que ver con la canción estás acompañando. Bueno, cuando ya está hecho a mi me resulta muchísimo mas fácil. Poniendo letra sobre música ¿no? Otra cosa es al revés. Yo soy un negado para la música. Intente cantar y me gustó, pero en un momento dije basta. Me sirvió para dejar de fumar, porque estaba tremendo.
Trabajamos juntos hasta que murió Federico. Después intentamos hacer cosas para un disco con Marcelo (Moura), pero el proyecto patinó. Tuve un montón de intentos. Con Divina Gloria hice unas canciones, y con Leo García mas de quince. Yo creo que las mejores canciones que tengo son esas. Están inéditas, y algunas son divinas
Pero aquella vez con Virus fue cuando trabajaste mas integralmente sobre el concepto general
Sin duda. Pero con Leo también empezó así. Yo tenía una intención incluso más amplia, quería armar una productora de arte alrededor de la música. En ese momento organicé “Chacra 99”, lo que ahora llaman “residencia de artistas”. En una quinta en Castelar instalamos Internet, había cámaras digitales de video y fotos, equipos de sonido, instrumentos que traían los músicos, bandejas, entonces iba un montón de gente y hacía cosas. La idea era armar como una red, distintos cruces. Después de ese experimento me pareció que tenía que haber una especie de institución y con ayuda de mis amigos armé la fundación Start. Mi fantasía era que al trabajar con gente de la música, esta funcionara como eje del arte contemporáneo. Porque la música tiene la capacidad de constituir un mundo propio ¿no? Un grupo o un cantante generan un público, generan una intimidad y toda una estética, una moda, una ropa, un peinado, una actitud... No ves escritores que generen eso, son movimientos, grupos grandes. En cambio, un solo grupo de música, o un solo compositor o cantante, pueden dar vuelta una situación cultural.
¿Por qué crees que sucede?
Por que resuena: vos hacés una canción y la cantan, o la bailan. No podés escribir el libro que lees, y al mirar un cuadro tenés una actitud de recepción, mientras que con la música contemporánea, el pop, hay algo que hace que el publico al mismo tiempo sea un emisor, que constituya una comunidad mucho mas fuerte que en otros casos. El momento de la recepción automáticamente implica armar un colectivo ¿no? Por que son situaciones publicas, de gente que reiteradamente lo hace...
Son rituales
Exacto. Empiezan a constituir prácticas de todo tipo, cosas del aspecto, de la indumentaria, la ideología. Es inmediatamente social la música pop, o rock, que se yo. Vive en esa cosa replicante, convirtiéndose inmediatamente en otra cosa. La cosa mas obvia se convierte inmediatamente en una forma de cortarse el pelo. Me decís “que tiene que ver una canción con la forma en que tenés el pelo” Pero si, todos los grupos de música tienen su peinado.
El rock no solo es música
¡Exacto! No hay otra área de la producción artística o cultural que tenga esa virtualidad.
¿No crees que en el rock devienen los poetas trágicos?
Puede ser. En algunas culturas es muy importante la lectura pública. Por ejemplo en Rusia la poesía es una actividad cultural nacional. Todo el mundo conoce a sus poetas, los recitan de memoria, inclusive en estadios. Era una tradición muy antigua. Acá, bueno, la poesía no tiene esa clase de mecha nacional.
Tal vez la tuvo con el tango, de alguna manera ¿Te interesa el tango?
Vos sabes que con el tiempo si. Le tenía una especie de resistencia ideológica, por su nostalgia. Me parecía que la nostalgia era una cosa dañina, mala, que no había que caer en ella. Y que estar siempre lamentándose por lo que se perdió, lo que pasó y el amor que fue, era una cosa de la cultura argentina nefasta. Cuando empecé a leer más letras y a mirar, me pareció fabuloso. Lo que pasa es que uno lo vivió como una despedida, como una cosa ya inalcanzable. Hay tangos que son poesía fabulosa, pero me di cuenta de mas grande.
Es que la moral lo transformó, era una celebración mucho mas insolente. A mi me produce envidia la cantidad de trabajo que hubo para las orquestas en aquel tiempo, tocando todos los días a toda hora. Y me parece que tenían una dinámica de colaboración entre músicos y escritores o poetas o artistas, detrás de la canción, que tiene bastante que ver con tu forma de componer
Es verdad. Que no pasa en general en los cantautores, en donde todo es más íntimo. Es curioso, no todo está tan personalizado en el cantante, cierto.
Tal vez eso lo hizo tan popular ¿no? Tantas voces ocupándose de esas letras escritas para la gente, con experiencias no tan íntimas como las de los músicos, que son tan extraños
Además el músico no esta obligado al mismo tiempo a saber expresarse con palabras, ya bastante que hace música ¿no? Realmente una canción es algo milagroso, reúne tantas cosas...
(brindis)
¿Qué letristas te gustan, de cualquier género?
Mirá, creo que el mas extraordinario es Eminem. Es genial. El hip-hop me parece el movimiento cultural mas importante de fines del siglo XX. Inaccesible para mi, obviamente. Pero es un movimiento integral bellísimo. Es difícil encontrar una cosa así, que tenga todo: las letras; la manera de composición instantánea, con la extraordinaria habilidad que requiere; los bailes, que son el resumen de todo, que juntan todos los movimientos corporales de la acrobacia, el ballet, el mimo; la pintura de calles, que es algo universal, está en todos los lugares del mundo a donde vas. Es un movimiento cultural muy complejo, muy completo, que reunió todo lo que se te ocurra, producido por una minoría muy expropiada, atacada y denigrada ¿no? Lo construyeron con los retazos, con fragmentos de cultura urbana. Tomaron todo con una mínima intervención estatal. Es un ejemplo increíble del poder que tiene la cultura, lo que puede generar ¿no? Sin becas, sin subsidios, sin escuelas, sin universidades, sin nadie, sin profesores, nada. Nada, nada, nada. Completamente la nada. Eminem no sé como sale, no lo entiendo bien, pero lo que arma es extraordinario. Me produce estupor. La habilidad para generar algo que tiene que ver con la payada, con la poesía oral, esas tradiciones que son muy antiguas en todas partes, que tienen miles de años. La idea de combate, de combatir a través de la construcción de poesía, es una genialidad ¿no? Y me fascina su construcción de metalenguajes. En muchos casos no es él quien canta, si no que tiene heterónimos, que son los cantantes a los que refiere, de los que el cuenta la historia. Y a su vez, son canciones de un cantante que no existe hablando de su público, por que hay canciones que son cartas del público al cantante. Y todo es una construcción, por que no es él, si no otro. Esa idea es increíble. Él todo el tiempo esta siendo consciente, en las canciones, del proceso de construcción del personaje, del cantante, del público, la cosa comercial, la gente que hay alrededor, los intereses, la plata que gana, las reacciones de los críticos, de la prensa. Todo esta presente en lo que el va componiendo. ¡Muy complejo! Llegar a salirte de vos mismo y poder hablar de todo lo que se construye alrededor de lo que vos mismo estas haciendo. Monstruo máximo: Cole Porter. Genial: Leonard Cohen. Mañana me voy acordar de diez más. Es difícil encontrar alguien de quien te interese todo lo que hace, pero encuentro canciones que me gustan en muchos. Hay cosas de Charly que me parecen extraordinarias. Calamaro siempre tiene algún momento destellante, me gusta mucho. Últimamente me gustaron las letras de los discos de Nacho Ahora y de Dani Umpi. No me interesa la canción que trata de ser arte importante y serio, eso no. Cuando copian de cosas tan construidas me da bronca. Me produce irritación el envasado, los sentimientos preconstruidos. Hay frases que son poéticas, figuras que ya existen, que ya están en los libros de los grandes artistas, y cuando querés tomar eso y usarlo como recurso, sin darlo vuelta o explicitarlo, me parece una estafa. Si te das cuenta como es el mecanismo, es muy fácil de hacerlo. La idea de que usas el gran arte para avivar a la gilada no me gusta. No hace falta avivar a la gilada como lo demuestra el rap, es gran arte en sí mismo.
¿Pensás música cuando hacés una letra?
Pienso una rítmica, y métricas. Pero muy poco melódico. Te sirve para armar algo, pero después es otra cosa. Cuando aparece la melodía, cambia todo. Es que yo soy un negado para la música, ese es el problema. No puedo imaginármela a la música, entonces siempre me va a sorprender lo que haga el otro, por que yo no pensaba nada. Lo único que puedo llegar a pensar es una cosa rítmica. O sea, sabría leer la letra, le pondría los acentos en algún lugar.
Tenés títulos muy conceptuales ¿Partís de ahí?
No, en general vienen después. No las tengo tan pensadas las canciones de antemano. A veces tengo una frase o una palabra que va a parar al título, pero no porque lo sea. Es como el gajo de una planta, que vos la plantás y a partir de ahí tenés ese cachito de algo que escuchaste, y del que te agarrás para el resto. Funciona eso de cultivar, y empiezan a ocurrírsete cosas. Pero no sé. No he tenido mucha suerte, o sí y después no tanta. Nunca se me ocurrió que yo iba a hacer canciones, jamás se me pasó por la cabeza.
¿Por qué crees que no tuviste suerte?
Por que no lo pude sostener. De todas las cosas que he hecho, o hago, es tal vez lo que me da más felicidad. La canción es algo increíble ¿no? Es algo que esta ahí, como una cosa cerrada...Y a la vez no está en ningún lado, y es música y canción, y es algo que te movés, y es evocativa. Es extraordinaria. El hacer una canción que te guste me parece un extraordinario placer.
¿No pensás reunir tu obra letrística?
Yo no sé que hacer con toda mi obra. He sido muy disperso, todo lo hago medio por épocas, nada muy permanente. He tenido atracciones hacia cosas muy diferentes, y mi obra entre comillas es un Frankenstein. Hay cosas que de cualquier lado, de distintos tipos, y en general son todas como evanescentes, recortes de cosas. Es todo muy heterogéneo, no tiene un formato común, y es muy difícil pensar que se puede hacer con todo eso. Tampoco me dan muchas ganas de hacer algo yo. Si alguien me propusiera editar mis obras completas, creo que me encantaría. Pero no sucede, y es difícil, y entiendo perfectamente que no suceda. ¿quién se va a enterar de eso? Es medio loco. Y al mismo tiempo, es algo valorado de acuerdo a los criterios contemporáneos. “Artistas que trabajan sobre la inmaterialidad”, “que no tienen una artesanía o medio específico” son cosas teóricamente bastante bien consideradas, pero hasta ahora nadie se ha dedicado a darle un formato. ¿Cómo se representa la inmaterialidad, no?
¿No crees que existe una relación entre la inmaterialidad de tu obra y tu oficio de sociólogo? ¿Pensás el arte como un instrumento social?
En algún momento tenia la ilusión de producir algún efecto. Virus fue para mí claramente un proyecto político: pensá que el Wadu-Wadu empieza tres años antes de que termine la dictadura. Había pasado la matanza, pero los campos de concentración funcionaron hasta el 83, como mínimo. Cuando fui a verlos por primera vez, en un sótano, todos cantando y bailando, se vivía una libertad increíble. Básicamente era eso: libertad y alegría. También había cosas críticas, bastante sarcásticas. Yo tenía totalmente claro que era un proyecto político. Después salió un grupo pop.
Poplítico (risas) Y hoy, ¿cuál es el proyecto?
Estoy bastante perplejo, la verdad es que no sé que está bien y que está mal hoy en día. No sé que podría haber sido mejor. Yo siempre fui oposición, como los partidos políticos que proponen un gran cambio; si me hubiese ido mejor, tal vez hubiera sido lo peor. Casi todas las cosas que hice funcionaron en su propio espacio. Nunca ocupé espacios de otros ni me impuse sobre otras situaciones, no busqué un lugar en el mercado. En otros lugares las cosas funcionan distintas. Pensé alguna vez en irme, viví en Estados Unidos unos meses, pero no me convenció. Finalmente esto es lo que tengo: no se lo pedí a nadie, lo hice yo, y todas las plantas que están acá las planté yo.
¿Existirá mucho más?
Depende del talento de cada uno. Obviamente, mi talento es moderado. Hay una cosa clarísima: cuando sos extraordinario, en algún momento todos se dan cuenta y lo reconocen. La discusión está en los niveles intermedios, cuando no sos ni muy bueno ni muy malo. Pero las cosas que son buenísimas, en serio buenísimas, no quedan en la oscuridad. Y si sos muy malo, también te puede ir bárbaro. De eso estoy seguro.
Mi última pregunta dice “¿Cómo transformarlo todo?”
¡Cómo me gustaría saberlo, sobre todo para cambiarme a mí mismo...! Hay una frase muy cruel de un economista que dijo “Ya que no podemos cambiar el mundo, cambiemos de conversación”
* Esta entrevista fue publicada en la revsta de poesía actual Plebella, Nº 8. http://www.plebella.com.ar

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