Y camino,
por decir que tengo pies.
Y escribo,
por decir que tengo manos.
Y hablo,
por decir que tengo boca.
Y lloro,
por decir que tengo ojos.
No vengas a robarme tu ausencia.
Yo soy su dueña.
La fabricaron mis manos
con la fantasía de tus días.
La nombraron mis letras ,
con la urgencia de mis palabras.
La caminaron mis pies,
como loco encerrado.
La besaron mis labios,
con la suavidad del vacío.
Mis lágrimas, simplemente,
la mojaron.
Y es así,
amor,
que me empapé de tu ausencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario