Un
día el médico
de
la Terapia Intensiva
te
anuncia
que
hay pérdida
de
habla-
de
memoria-
de
movimiento-
que
el cerebro
está
dañado-
el
corazón
está
dañado
y
que es preciso
matar
al bicho
que
causó esos males-
Vos observás
sin
inmutarte
mientras
sentís que él
mide
el impacto
de
sus palabras-
Tu
calma está tan calma
que
hasta te congela-
Por
dentro-
mil
preguntas
y reclamos
y reclamos
te
disputan-
¿Soy
yo
o
es una vida ajena?
insiste
tu cabeza-
El
médico te mira
o creés que te mira-
¿Cómo saberlo?
o creés que te mira-
¿Cómo saberlo?
Hace
rato que se
paralizó
el tiempo-
No lográs convencer-te
de que en verdad sos vos
la que se está siendo-
Alguno de tus fantasmas
te grita-
te exige que reacciones-
Alguno de tus fantasmas
te grita-
te exige que reacciones-
Entonces
cerrás
los ojos
medio
segundo
y
los abrís de nuevo...
esperando
despertar-
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