La terapia intensiva
es un desierto de la vida
un punto suspensivo...
un limbo de las almas-
A nuestro alrededor
cada quien libra su batalla
con mejor o peor fortuna-
Ninguno es lo que fue-
ninguno es lo que será-
Tras el punto suspensivo
la vida podría o no continuar
y cada quien- según sus
creencias-
en esta paradoja del presente-
se aferra a alguna esperanza-
Aunque no pareciera-
aún el más furioso cinismo
es un simple salvavidas-
una estrategia de defensa-
Tras el punto suspensivo-
el reloj marcará su sentencia
y aunque la continuidad
existiera
ya nada será lo mismo-
La vida juega sus cartas
con nosotros-
Ella y la muerte nos apuestan-
Y ese beep... beep...
resonando-
aparenta saber lo que hace
aunque
intuimos-
conjeturamos-
que
tiene tanto de azar
como
de ciencia-
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