I ...Aquí estuve. Aquí estoy. Fue un tiempo del cual jamás hubo memoria, -porque la tuya con la mía son una-. Pero yo sé que estuve, y mi estatura ahora es perímetro de huertos. Yo estuve y sé que estoy. Yo bato el inaudible tambor de un antiguo latido en el ladrillo del patio, en la corteza del árbol cejijunto, en la gotera ciega como el beso; en la danza del polvo que en la raya del sol sonámbulo enloquece. Yo estuve y yo regreso. Por siempre enamorado como el viento la lengua lastimada aprendo nuevamente el dócil canto de la primera cigarra, el crepitar de la minúscula tijera de la hormiga o debajo la lengua del más tibio cordero suscito la voz blanda de la primera súplica. Yo estoy y sé que estuve. Yo inauguro hoy el canto olvidado en la reseca gárgola, y en tus labios el pozo de tu primer olvido. |
Escribiendo en linea....
La realidad no existe ni merece ser contada...
martes, 5 de marzo de 2013
El polvo enamorado, Josefina Plá
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