Vivir con un narcisista

Esta es mi historia. Soy solo yo y a la vez todas las víctímas del Síndrome del Narcisismo. Esta es una historia típica, promedio, una historia como cualquier otra, como tantas historias aterradoras. Yo sentía vergüenza del trato que me daba o que yo le permitía darme, por eso no comentaba nada. Estaba en depresión y por un par de anécdotas, el psiquiatra, al que recurrí, me develó que estaba con un narcisista. Necesité mucha reflexión, valor y apoyo profesional para entender lo que ocurría y perder la vergüenza de reconocer el trato humillante que recibía, aunque en mi entorno cercano (especialmente el laboral) ya se daban cuenta. Siempre me consideré una mujer inteligente y empoderada, en proceso de "deconstrucción", de pronto estaba en una relación en donde yo era totalmente secundaria, criticable y obligada a aceptar un estilo de vida que no me gustaba y del cual nunca habíamos hablado o acordado. Todo comenzó cuando me mudé con él. Lo que peor me hacía sentir es que yo se lo permitía. No lograba comprender cómo me había dejado envolver en ese maltrato psicológico. Lloraba todo el tiempo y tenía temor de no llenar sus expectativas cada día, sufría por sus silencios, constantes críticas y me sentía insuficiente porque no respondía al modelo de mujer que él pretendía como pareja y que, sin embargo, meses antes (cuando se encontraba emocionalmente mal) ni lo había considerado pues estaba enfrascado en la conquista (bombardeo de amor), cuando eso, al principio, cada noche nos sentábamos juntos y conversábamos sobre todo, pasábamos tan bien que hasta mi hija se unía a la conversación, luego (ya en su casa) a eso le reemplazó la televisión, ya no hubo conversación, solo discusiones. Básicamente quería tener una mucama, una secretaria, alguien que pusiera todos sus recursos humanos y materiales a su disposición, que le diera un afecto callado y dócil, sin cuestionamientos (y nunca fui sumisa), tiempo completo de compañía, salvo que él tuviera otros planes (lo que a menudo ocurría), hasta me habló de jubilarme antes para estar con él, lo peor de todo es que sí lo estaba considerando: un apacible retiro temprano en el campo. Me invitó dos veces a vivir con él, hasta que por una situación debí mudarme del departamento que alquilaba y, en lugar de volver a casa de mi mamá, acepté y llevé todas mis cosas a su casa, me decidí a salir de él hace un par de meses y lo único que pude retirar hasta ahora fue mi ropa.. Estoy trabajando en comprender cómo funciona el Síndrome del Narcisismo y este es uno de mis canales preferidos, cada día aprendo, comprendo y reflexiono un poco más; lo hago aquí (en silencio) porque para mis amistades y entorno lo que viví es simplemente una mala experiencia amorosa con peor ruptura, como a tantas parejas les ocurre, creo que no logran dimensionar el daño que provoca un narcisista y les entiendo porque si no hubiera vivido esta experiencia también me costaría creer en los efectos a corto y largo plazo para las personas víctimas del narcisista. Cada día trabajo para lograr perdonarme y ya no avergonzarme de reconocer que fui vulnerable y me dejé atrapar en esa telaraña. Lo hago por mí y también por mi hija, que vivió todo esto de cerca y ella sí que comprende muy bien todo y en sus escasos contactos le aplica la piedra gris. No quiero que mi hija reciba de mí ese legado de madre-víctima. No quiero que ella pase por lo mismo. Este es un camino de recuperación que recién comienza pero estoy feliz por haber encontrado esos "cinco minutos de coraje" para salir de ese infierno. Ah, y el loro del frente de la casa grita mi nombre. Adivinen a quién habrá escuchado llamándome a gritos.... Pa'lante que podemos. Gracias